Cristina sigue liderando la intención de voto en la Ciudad y si bien bajó unos puntos en Diciembre, se mantiene al tope de la adhesión electoral, superando ampliamente a Macri y a Ricardo Alfonsín.
Algunos dirigentes y militantes creen que el liderazgo electoral de Cristina en la Ciudad es suficiente para imponer un candidato a Jefe de Gobierno; pero la realidad es que esto no es automático y se modifica según condiciones. Si la elección no es simultánea; la tracción que ejercería Cristina es menor a que si lo fuera. Y también depende de quien sea el candidato del kirchnerismo. Hay un componente local en la elección que no se puede despreciar.
Diciembre significó un mejoramiento relativo de la imagen e intención de voto de Mauricio Macri a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, y hoy tiene una ventaja algo superior a Noviembre ppdo. tanto en la primera vuelta como en la segunda. Pero, esto no significa ningún vaticinio definitivo porque hay que atravesar la campaña.
Michetti es la otra candidata del Pro que tiene carácter competitivo, es decir que podría entrar primera en la primera vuelta e ir a balotaje. R. Larreta no registra una performance similar.
Si las elecciones fueran en estos días, y el candidato del Kirchnerismo fuera Daniel Filmus, ocuparía el segundo lugar en la intención de voto y habría balotaje.
Respecto al ordenamiento de los candidatos del kirchnerismo a la ciudad debemos aclarar lo siguiente: Primero, se han postulado para la Jefatura de Gobierno: Filmus, Tomada, Boudou, Fatala y Lubertino. Segundo: el posicionamiento de los candidatos indica que más fuertemente van a competir tres de los cinco: Filmus, Boudou y Tomada. Tercero; el primero tiene un posicionamiento superior a los otros dos, en razón de haber competido con Macri en el 2007. En aquella oportunidad Filmus obtuvo alrededor del 39% frente a un Macri que alcanzó el 61% en el balotaje. El Senador es el más conocido y el que tiene ya voto propio.
La estrategia electoral en la Ciudad debe contemplar la alta probabilidad de que haya segunda vuelta, por lo tanto, cualquier fuerza política que sea competitiva debe considerar esta situación, lo que aleja las posibilidades de aquellos que se presenten como fuerza individual o singular de la Ciudad, porque en la segunda vuelta van a recurrir a votos no propios.
La situación actual no evita los interrogantes sobre el futuro en que Boudou y Tomada puedan progresar y ubicarse en situación de poder ganar la ciudad. Para ello están las campañas y veremos como evoluciona cada uno.
La diferencia de perfil de los tres es la siguiente: en Boudou se busca un candidato que tenga atributos de imagen más adecuados al porteño medio, y se lo liga al desempeño de la gestión económica. Su lanzamiento fue hecho desde la CGT, lo que supone imponer una imagen en un distrito claramente antisindicalista, antiobrero y antiperonista.
Esta “peronización” se mantiene en Tomada que es lanzado desde agrupaciones peronistas porteñas en las cuales goza de gran prestigio como cuadro político. La cercanía de Tomada a los sindicatos también es un desafío en el marco de este distrito electoral. Por el momento, es el candidato con menos votos de los tres.
De acuerdo a lo que decimos más arriba; la fuerte peronización de la oferta electoral supone una difícil prueba política en la ciudad. Algunos analistas afirman que el progresismo ha terminado y por lo tanto hay que imponer candidaturas peronistas.
Esta afirmación merece un debate profundo sobre a que le llamamos progresismo y preguntarnos si el kirchnerismo es solo peronismo.
En cambio Filmus expresa más a la transversalidad que a una afiliación excluyente al peronismo porteño; domina en su espacio una idea frentista al considerar que no se puede ganar desde un alineamiento específico. Ese frente inclusive puede abarcar sectores liberales, de izquierda, que se oponen a la administración del macrismo. Filmus tiene votos que vienen de afuera del kirchnerismo y del peronismo.
El sabbatelismo se fijará atentamente quién es el candidato del oficialismo nacional, ya que no parece dispuesto a apoyar a uno que no exprese a la transversalidad. En ese caso si Boudou fuera candidato habría otro candidato que representara al progresismo.
Finalmente, los candidatos del kirchnerismo se lanzaron para competir, primero entre ellos y luego contra el gobierno de la Ciudad. Esta competencia recién comienza y habrá que seguir atentamente la evolución de los consensos.
La Presidenta ejerce el liderazgo sobre el espacio kirchnerista porteño, y por lo tanto no es previsible que alguno de los tres vaya por afuera. Será Cristina la que decida quien será el candidato en la Ciudad.
CNA
Nota de: Www.ricardorouvier.com.ar