Una nueva investigación ha determinado que una clase de robots diseñados para desinfectar habitaciones mediante la emisión de rayos ultravioleta ayudan a reducir en un 25 por ciento las tasas de transmisión de una infección bacteriana común, provocada por la bacteria Clostridium difficile, entre pacientes de cáncer (la mayoría, pacientes de cáncer del sistema sanguíneo, como la leucemia), un grupo particularmente vulnerable a las infecciones adquiridas en los hospitales.
En los últimos tiempos, se han puesto en marcha varias tácticas de limpieza nuevas en hospitales, que se suman a las tradicionales de cepillado, fregado, fumigación y otras realizadas en los hospitales por el personal especializado para ayudar a reducir la transmisión de tales infecciones, pero aún no está claro cuáles de estos nuevos métodos son los más efectivos y prácticos.
Los robots de desinfección ultravioleta proyectan haces de luz ultravioleta por toda la sala en la que se los ponga a trabajar. Esta radiación causa destrozos en el ADN de los microorganismos y puede matarlos.
No había muchos estudios sobre la eficacia de esa luz ultravioleta emitida por robots para limpiar las salas de hospitales. La investigación ahora terminada por el equipo del doctor David Pegues, de la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, ayudará a cubrir esta laguna.
El equipo encontró que la actividad regular de un robot irradiando luz ultravioleta de acción germicida después de la limpieza de una habitación por el personal especializado, no solo redujo el número de infecciones en pacientes de cáncer, en comparación con el del año anterior, cuando no se usaba el robot, sino que además lo hizo sin provocar pérdidas de tiempo adicionales en el personal de limpieza. También se constató que durante el período de estudio las infecciones se incrementaron en un 16 por ciento en las unidades que carecían del robot.
La bacteria Clostridium difficile forma esporas que son resistentes a muchos desinfectantes y su persistencia en el ambiente de un hospital puede ser fácilmente de meses. Muchas personas contraen cada año la infección por Clostridium difficile mientras se hallan ingresadas en un hospital. Solo en Estados Unidos la cifra es de unas 500.000 personas, y casi 15.000 fallecieron directamente por la infección. Los pacientes de cáncer, cuyos sistemas inmunitarios pueden estar debilitados debido a efectos secundarios de tratamientos tales como la quimioterapia o ciertos métodos de trasplantes de células madre, son más susceptibles a las infecciones que otros. (NCYT)
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