Robert Preidt
El estrés de los desastres naturales puede romperles el corazón a las personas, según un estudio reciente.
Unos investigadores hallaron aumentos dramáticos en los casos de "síndrome del corazón roto" en Vermont después de que una inmensa tormenta asoló el estado, y en Missouri después de un tornado masivo.
Las personas con síndrome del corazón roto, que se conoce formalmente como cardiomiopatía de Takotsubo, sufren un agrandamiento y un debilitamiento temporales del corazón. Con frecuencia, la afección es provocada por un estrés emocional o físico extremo, como perder a un ser querido o sufrir un accidente de tráfico.
"A pesar del aparentemente creciente número de desastres naturales que tenemos, hay datos limitados sobre cómo podrían afectar al corazón", apuntó el investigador líder, el Dr. Sadip Pant, internista de la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas.
"Nuestros hallazgos sugieren que dos desastres, uno en Vermont y otro en Missouri, podrían haber sido desencadenantes posibles para una acumulación de casos de cardiomiopatía de Takotsubo en esas regiones", planteó Pant.
Para el estudio, un equipo de la universidad observó datos de casi 22,000 personas de EE. UU. que fueron diagnosticadas con síndrome del corazón roto en 2011. Trazaron un mapa de los casos por estado y hallaron que Missouri y Vermont tuvieron las tasas más altas, de 169 y 380 por un millón de residentes, respetivamente.
La mayoría de los estados tuvieron menos de 150 casos por cada millón de personas. En 2011, Vermont fue devastado por la tormenta tropical Irene, y un enorme tornado asoló a Joplin, Missouri, acabando con las vidas de al menos 158 personas.
Los síntomas del síndrome del corazón roto incluyen dolor en el pecho y falta de aire. La afección por lo general se resuelve en uno o dos meses, pero en algunos casos puede conducir a complicaciones graves, como insuficiencia cardiaca, trastornos del ritmo cardiaco y accidente cerebrovascular.
"Mayormente es una forma reversible de cardiomiopatía, pero en la fase aguda estos pacientes deben ser monitorizados de cerca para asegurar que estén estables y para prevenir y gestionar los problemas", planteó Pant en un comunicado de prensa del colegio.
"También es algo que los médicos y el personal médico de emergencias deben tener en cuenta, ya que con frecuencia están en la primera línea de atención de los pacientes cuando hay un desastre", planteó.
El síndrome del corazón roto es "un ejemplo perfecto de la conexión entre cerebro y corazón", comentó Pant. "El estrés emocional que tenemos en el cerebro puede conducir a respuestas en el corazón, y no se sabe mucho sobre esta afección".
Los datos y conclusiones presentados en reuniones normalmente son considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
FUENTE: American College of Cardiology Medlineplus
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