Operativo de control de alimentos en San Bernardo |
Por las altas temperaturas y los riesgos en la pérdida de la cadena de frío, el ministerio de Salud provincial profundizó el control sanitario de los productos alimenticios en el verano: en los primeros 20 días del año, se inspeccionaron 200 establecimientos elaboradores de alimentos en la costa atlántica y el conurbano, y se chequearon las normas de seguridad de unos 280 mil kilos de comida transportados hacia los balnearios.
Los riesgos de contaminación cruzada por almacenamiento inadecuado, es decir, sin la sectorización y separación correspondiente entre carnes, frutas, verduras y alimentos cocidos; así como también la falta de higiene y de temperatura adecuada en freezers y heladeras, encabezaron con el 34 por ciento, las infracciones detectadas en los 200 establecimientos productores de comida fiscalizados, tales como restaurantes y locales al paso.
Hoy se realizó un nuevo operativo en los ingresos a las ciudades balnearias de San Bernardo, San Clemente y Nueva Atlantis, donde se decomisó pescado sin el correspondiente certificado sanitario, más 20 bolsas de hielo sin rótulo y con contaminación cruzada. También fueron incautados 5 bidones de crema sin rótulo de un camión que circulaba con la habilitación vencida.
Durante la jornada en San Bernardo, se inspeccionaron 10 camiones que transportaban bebidas sin alcohol, alimentos perecederos, productos congelados y refrigerados, y lácteos. Además se realizaron controles de alcoholemia que dieron negativos, y estuvieron a cargo del personal del ReBA que participó del operativo.
La actividad fue supervisada por la directora de la Oficina de Control de Alimentos de la cartera sanitaria provincial, Mónica López, junto con el director de Gestión en Salud del municipio de La Costa, Cristian Rossi, y la secretaria de Ordenamiento Urbano, Gabriela De María.
El ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, explicó que la contaminación cruzada “se da cuando los alimentos entran en contacto con sustancias ajenas, que por lo general resultan nocivas para la salud de los consumidores”. Y agregó: “Un ejemplo detectado muy comúnmente en los operativos de control bromatológico es el contacto de la sangre de la carne cruda con alimentos cocidos o verduras. Identificar estas faltas a tiempo ayudan a prevenir afecciones intestinales más comunes durante el verano”.
Durante los primeros 20 días de enero, los inspectores dependientes de la Oficina de Control de Alimentos de la cartera sanitaria, desarrollaron las acciones en los distritos de General Pueyrredón, Miramar, Villa Gesell, Pinamar, General Madariaga, Monte Hermoso, Vicente López y Junín.
Además de los riesgos de contaminación cruzada detectadas en 73 inspecciones (34 por ciento de los casos), se evidenciaron fallas edilicias en 32 de los 200 comercios, lo que representa un 15 por ciento del total de las infracciones. Le siguieron ausencia de libretas sanitarias correspondientes y de cursos de manipulación para trabajar con alimentos en 28 de los locales controlados (13 por ciento); así como también, fallas en la indumentaria adecuada de los trabajadores de 24 establecimientos (11 por ciento) y errores en los registros en 22 fiscalizaciones (10 por ciento), entre otros.
CONTROLES EN TRANSPORTE
“El ingreso de alimentos se fue multiplicando día a día por la gran demanda en los municipios de la costa, y por eso seguimos focalizando las inspecciones en los balnearios”, indicó la titular de la Oficina de Control de Alimentos, Mónica López, al tiempo que recordó que “el equipo de agentes bromatológicos se encuentra, además, en distintos puntos de la Provincia”.
En los operativos realizados sobre los transportes y sus cargas con destino a distritos turísticos se inspeccionaron un total de 279.585 kilogramos de alimentos, más precisamente: 196 mil kilos en Mar del Plata, 65.095 en Pinamar, 24.750 en Balcarce y 58.300 kilogramos en Villa Gesell. En este último municipio, en un control realizado en la cabina sanitaria local, se confiscaron más de 470 kilos de comida en mal estado, entre pizzas (105 kg), tortas (43 kg), sandwiches (245 kg), ensaladas (54 kg) y postres (26 kg).
Entre las principales infracciones detectadas en los transportes figuran: falta de documentación en un 34 por ciento; vestimenta inadecuada del transportista en un 15 por ciento; falta de Libretas Sanitarias y ausencia de cursos de manipulación de alimentos en el 13 por ciento de los casos e inadecuada temperatura de almacenamiento en un 11 por ciento.
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