En los adolescentes y los jóvenes que se enteran de que tienen cáncer aumenta el riesgo de suicidio, en especial durante el primer año, según demuestra un estudio de Suecia.
El riesgo absoluto es bajo, pero revela que estos pacientes necesitan contención y control cuidadoso, según publica el equipo en Annals of Oncology.
"Este es el primer estudio sobre las conductas suicidas después de recibir el diagnóstico de cáncer, en especial inmediatamente después, de los adolescentes y los jóvenes", dijo por correo electrónico el autor principal, doctor Donghao Lu, del Instituto Carolino de Estocolmo.
"Conocer ese riesgo ayudará a las autoridades sanitarias a identificar la asistencia que necesitan esos pacientes, ya sea con una mayor comunicación, derivaciones anticipadas a especialistas en psicología o psiquiatría u otros métodos", opinó la doctora Stephanie Misono, del Departamento de Cirugía otolaringológica, de Cabeza y Cuello de University of Minnesota, Mineápolis.
El equipo de Lu analizó información de 7,9 millones de suecos de por lo menos 15 años entre 1987 y 2009; ninguno tenía un diagnóstico oncológico previo. A 12.669 les comunicaron un primer diagnóstico oncológico entre los 15 y 30 años.
Durante los 17,4 años de seguimiento, los autores estimaron el riesgo relativo (RR) de tener una conducta suicida, incluidos los intentos, después del diagnóstico y realizaron un estudio de caso cruzado con la cohorte para controlar factores confundentes sin evaluar.
El equipo registró 22 suicidios (versus los 14 esperados) y 136 intentos de suicidio (versus los 80 esperados).
El RR de tener una conducta suicida después de recibir el diagnóstico fue de 1,6 con respecto del grupo sin cáncer. En los pacientes que intentaron suicidarse, el máximo aumento del riesgo ocurrió inmediatamente después del diagnóstico (RR=2,5 en el primer año y 1,5 en adelante) y se mantuvo estable en todos los sexos, edades y períodos.
El riesgo creció con la mayoría de los principales cánceres, excepto con el de tiroides y testículos, y el melanoma.
En los pacientes de más de 30 años, aquellos que recibieron el diagnóstico más adelante (2001-2009) y los hombres, el aumento del riesgo no fue significativo durante el primer año. Los pacientes con otras enfermedades tuvieron una mayor tasa de incidencia de conductas suicidas, independientemente del diagnóstico de cáncer (p<0 br="">
"Cuando los adolescentes y los jóvenes enfrentan adversidades como el diagnóstico de un cáncer, siguen desarrollando estrategias para superarlas", dijo Lu.
"Esperamos que estos resultados motiven el diseño de estrategias clínicas de contención emocional y de vigilancia de la salud mental para asistir a estos jóvenes. Los pacientes jóvenes, en especial aquellos con enfermedades psiquiátricas previas o mal pronóstico, necesitan atención mental junto con el resto del tratamiento", agregó.
El coautor del estudio, doctor Hans-Olov Adami, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston, comentó que "nuestros resultados demuestran no sólo que muchos pacientes son muy vulnerable después de que les diagnostican un cáncer, sino también que el sobrediagnóstico del cáncer adquiere una nueva dimensión con tantas pesquisas, como el análisis de PSA y la mamografía". Fuente: MedlinePlus0>
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario