La policía ha equipado varias trampas, consistentes en atomizadores de Smartwater, en vehículos, viviendas, y tiendas que servían de cebo a posibles delincuentes. El sistema ya ha cazado su primera presa, un joven (en la imagen) que accedió al interior de un vehículo trampa y sustrajo varios objetos, entre ellos un portátil. El desafortunado ladrón ha sido juzgado, y condenado a pagar una multa y a realizar trabajos comunitarios.
La composición de Smartwater es inocua, pero mancha la ropa de forma permanente. Sobre la piel, su brillo permanece durante semanas. La policía de Brent asegura que el uso de esta nueva técnica ha hecho descender los robos callejeros un 40%. Las sustracciones en comercios han bajado un 80%. [The Daily Mail]
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