CAMBIO Pasemos de ser el mejor del mundo a ser el mejor para el mundo

“La transformación permite consolidar un rendimiento sostenible y permite fortalecer el capital cultural de la empresa”.

“A lo largo el tiempo evolucionan las ventajas competitivas yahora, cuando estamos entrando en la era de la consciencia,posibilitada por la crisis, la ventaja competitiva es el capital cultural de una empresa”.

Héctor Infer, conocido experto en consultoría de transformación cultural en las organizaciones y

fundador de Transformaction, acaba de impartir una jornada sobre el liderazgo del nuevo paradigma de los negocios, en la que junto con Richard Barrett, Fundador de Barrett Values Centre, ha analizado los distintos niveles de satisfacción individual y grupal y cómo se correlacionan con estilos de dirección determinados. El objetivo: proponer una transformación cultural en las organizaciones fundada que parta de un cambio previo en los niveles de conciencia personales y colectivos. “La transformación –afirmó- es un cambio de nivel de consciencia con el que las personas salen de sus paradigmas y se atreven a poner su talento al servicio de la organización. La transformación permite consolidar un rendimiento sostenible y permite fortalecer el capital cultural de la empresa, que no es otro que el conjunto de valores que construyen confianza, bienestar y prosperidad para todos los integrantes: clientes, empleados, sociedad y proveedores”.

Infer explicó, paso a paso, los 7 niveles de consciencia en los que cada persona podemos situarnos en función de cuáles son nuestras motivaciones:

■ en primer lugar, los niveles que con un fuerte componente de “tener” motivan por carencia, porque nunca consiguen la plena saciedad: la supervivencia, la pertenencia y la autoestima;

■ en segundo lugar, uno intermedio, de autorrealización-transformación, con el que el individuo

comienza a plantearse para qué quiere cubrir las necesidades anteriores;

■ y después, los niveles de consciencia que motivan por abundancia y que son abrazar una causa,

dejar una huella y ser útil a los demás.

En su opinión, hay tres tipos de organizaciones asociadas a estos niveles: convencionales, post

convencionales y organizaciones full spectrum:

■ Organizaciones convencionales: Se orientan a cumplir, a lograr su supervivencia y están

impulsadas por el miedo. Están dominadas por el “sálvese quien pueda” y en ellas no se invita a

“actuar fuera de la caja”.

■ Organizaciones post-convencionales: Están orientadas a lograr y tienen una cierta actitud

innovadora, puesto que se han propuesto pasar del miedo a la confianza en la sostenibilidad.

Rompen moldes y emplean su talento para cocrear el futuro. Ven los cambios como oportunidad

para reinventarse y reinventar su negocio. Invitan a ser innovador desde la audacia para que se

piense y se actúe fuera de la caja.

■ Organizaciones full spectrum: están orientadas a crear valor y se caracterizan por su espíritu

emprendedor. Actúan desde la confianza, se sustentan en su cohesión interna y se enfocan a su

sostenibilidad. Invitan a ser emprendedores desde la confianza para que nos enfoquemos a crear

riqueza. Predican y practican la consciencia y responsabilidad de todos.

La transición por estos niveles de consciencia supone un paso de las motivaciones personales a

las transpersonales en el que los objetivos se logran no sin antes transgredir modelos de

pensamiento y de acción muy arraigados. Por eso las transformaciones culturales son siempre

transformaciones personales (“las organizaciones no se transforman, las personas sí”) que

obtienen como recompensa la libertad que significa aprender a asumir responsabilidades.

Las motivaciones para emprender este proceso de cambio son, fundamentalmente, de mercado y así lo explicó el experto Richard Barrett: “El actual modelo económico y social tiene graves problemas de sostenibilidad. Los problemas que tenemos ahora no podemos resolverlos con la  misma perspectiva con la que fueron creados”. Hace falta, pues, un cambio de paradigma que nos provea de una visión diferente, innovadora y constructiva, Por eso, Barrett propuso un cambio en los pilares del liderazgo que trasladen el foco del yo al nosotros, el interés personal al interés común y que nos permita pasar de “ser el mejor del mundo” a “ser el mejor para el mundo”. “Ser el número uno del mundo es la misión de muchas compañías, pero eso ya no nos importa en absoluto –reconoció Richard-. Lo que la sociedad quiere saber es que está haciendo para la  propia sociedad en la que opera”.

+info: www.transform-action.net