Un Jardín Municipal apostó al arte del graffittiLa posibilidad de tener un mural en el frente del Jardín Municipal Caracol Col y la oportunidad de llevarlo a cabo por vecinos graffiteros es el resultado de una historia que terminó con la realización de dos sueños.
Por un lado, el del Jardín Municipal Maternal de Ituzaingó Sur que luchaba contra aquellas pintadas esporádicas de jóvenes que titulaban de “tentable” a las paredes del Jardín.
Por el otro, el sueño de un grupo de vecinos artistas del graffitti que querían dejar su huella en las paredes y lo hacían con la buena voluntad de transmitir su arte a la comunidad.
Esa buena voluntad la entendieron las autoridades y docentes del Jardín Caracol que en lugar de enojarse con la situación decidieron convocar a los adolescentes para emprender un proyecto comunitario.
Como lo explica la Directora del Jardín, Susana Blumes, “al ver esos graffittis dijimos ¿por qué no ubicamos a los que los hacen y les proponemos que hagan un mural que nos represente?”.
De esta manera, comenzó a desarrollarse la idea que permitiría concretar los dos sueños. Se organizó el primer encuentro con los adolescentes hacedores y se propuso hacer un mural que fuera representativo para el Jardín.
“Nuestra intención no es molestar ni incomodar, lo nuestro es arte y queremos que todos lo sepan. Así lo supieron ver en este Jardín dándonos la libertad de crear y de darnos a conocer a través de este proyecto tan especial” contó Alejandro Alcaraz de 18 años, autor del mural realizado en las inmediaciones de la institución.
Así, surgió el boceto definitivo del graffitti que hoy viste al Jardín y que puede ser visto por miles de vecinos ya que mira hacia la Avenida Blas Parera, una de las arterias de mayor circulación del distrito.
“Pusimos nuestros nombres, y terminaremos con la imagen que refiere al nombre del Jardín. Hoy lo estamos terminando y estamos muy contentos con la experiencia. Esto nos demuestra que se puede expresar lo que uno siente y piensa y que puede ser muy bien recibido”, reflexionó Nehuen Teves, otro de los graffitteros.
Por su parte, la Directora agregó que “se unieron muchos esfuerzos que dieron a luz el nacimiento de una nueva integrante del Jardín: esta obra que contó con el respaldo habitual del Municipio que puso los elementos necesarios para poder concretarla, la predisposición y creatividad de los chicos que lo hicieron y nuestras ganas de abrirnos como Institución a un nuevo proyecto que hoy nos identifica”.
La Vicedirectora, Norma Cugat, explicó también que la iniciativa se habló con todos los alumnos y las familias que “disfrutaron y se alegraron con la decisión adoptada. Esto sirve como proyecto pedagógico porque el graffitti es una técnica muy cercana a los chicos y por ende un aprendizaje enriquecedor. Aprovechamos para hablar con ellos sobre nuestra identidad y sobre nuestro vínculo con la comunidad y sus artistas, en este caso un grupo de jóvenes que se unió a nosotros”.
En el día de hoy, el mural terminará de tomar forma cuando sus autores sellen con el nombre del Jardín la totalidad del graffitti que acompañará a cada alumno, padre, docente, vecino del barrio y de otros distritos que pasen por el lugar en el que ya no habrá una pequeña marca aislada sino el corolario de un trabajo conjunto que fue posible gracias al compromiso de muchos.
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