La empresa Duolingo experimenta con nuevas ideas para lograr una enseñanza digital que se parezca en lo más posible al cara a cara
POR NANETTE BYRNES - TRADUCIDO POR TERESA WOODS
Desde su lanzamiento en 2012, Duolingo ha estudiado cada movimiento de las más de 15.000 millones de personas que utilizan su página web y app móvil cada mes para estudiar idiomas. La empresa es dirigida por tecnólogos – contrató a su primer experto en el aprendizaje este año – y constantemente pone a prueba ideas distintas, buscando tendencias en los datos.
Su objetivo actual es ayudar a los alumnos a alcanzar el dominio total de los idiomas.
Según la valoración del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, Duolingo actualmente puede llevar a los alumnos, como mucho, hasta el punto donde pueden comunicarse en situaciones familiares, lo que corresponde al nivel B1. El dominio total se encuentra tres niveles por encima en el C2.
Ningún software ha sido capaz aún de llevar a sus alumnos hasta el dominio total, pero Duolingo cree que lo puede conseguir mediante la contratación de más expertos en el aprendizaje de idiomas y el estudio de los datos, dice el cofundador Severin Hacker. Suslecciones de idiomas son gratuitas, pero la empresa gana dinero con la venta de certificados de 20 dólares (unos 18,1 euros) que acreditan el desempeño de los alumnos en una prueba de inglés de 20 minutos, cuyos resultados afirman que tienen correlación con las opciones más establecidas, y más caras, incluidas la prueba TOEFL (Test of English as a Foreign Language, que se traduce al castellano como Prueba de Inglés como Lengua Extranjera). Duolingo ha recaudado 83 millones de dólares (unos 75 millones de euros) en financiación de Google Capital, Union Square Ventures, Kleiner Perkins Caufield & Byers y otros.
La empresa ya ha sacado conclusiones de su experimentación constante para cambiar muchas prestaciones y crear otras nuevas. Un equipo de especialistas en el aprendizaje de máquinas está perfeccionando el modo en que su algoritmo determina lo que ya saben los alumnos, lo próximo que deberían estudiar y los mensajes que mejor les motiva para seguir estudiando, suministrando así una experiencia de aprendizaje adaptable y personalizada.
Duolingo da más la sensación de ser un juego que el tradicional aprendizaje de idiomas. Al principio asignaba tres corazones a los alumnos al comienzo de un ejercicio de 20 minutos. Cada error le cuesta un corazón al usuario. Si se pierden los tres, se tiene que repetir la sección.
Después de experimentar con tres, cuatro y cinco corazones, Duolingo determinó que cuatro suponían la mejor motivación para alumnos nuevos. Alumnos más avanzados rendían mejor con tres y seguirían disponiendo de ese número de corazones. Desde estos experimentos, la empresa ha introducido una barra de fuerza más sofisticada que tiene en cuenta sutilezas como la importancia relativa de distintos temas. Por ejemplo, incorpora la idea de que acertar con el género de una palabra no es tan importante como acertar con la palabra en sí.
Hace un año, Duolingo inició otro experimento con un entrenador digital, un avatar de búho que rastrea los objetivos fijados por los alumnos y les avisa si se desencaminan.
"Son miles de experimentos pequeños que hacemos", dice Hacker. "Algunos son realmente buenos, pero al final es la combinación de mil cosas lo que marca la diferencia. " El tiempo medio que un alumno utiliza Duolingo es más del doble que en el momento del lanzamiento, afirma Hacker.
Greg Smolinski, un profesor que incorpora Duolingo en las clases de introducción al alemán para alumnos que cursan primero y segundo de la E.S.O. en el colegio de Seneca Valley de Pennsylvania (EEUU), dice que algunos de sus alumnos más motivados han llegado al nivel B1 utilizando el programa por su cuenta, reemplazando así de forma eficaz cientos de horas de clase presencial con el trabajo realizado de forma independiente online.
Los expertos en idiomas no están convencidos de la idea de que un programa como Duolingo pueda ayudar a los alumnos a alcanzar el dominio completo de una lengua extranjera. "No creo que una plataforma de idiomas pueda replicar la interacción comunicativa cara-a-cara que es tan crucial para el aprendizaje de un idioma", dice Véronique Baloup-Kovalenko, que enseña francés en el Convento del Corazon Sagrado en Greenwich, Connecticut (EEUU). No obstante, Baloup-Kovalenko aprecia la capacidad de Duolingo de canalizar el espíritu competitivo de los alumnos y mantener su interés. La empresa cita sus alabanzas en las páginas dedicadas a los educadores.
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