Una especie que aún no hace parte del inventario oficial de plantas medicinales puede convertirse en un tratamiento natural contra la hipertensión gracias a una investigación desarrollada en Colombia que ya está en fase de verificación como paso previo para su salida al mercado.
Desde hace tres años, el laboratorio Aral Thel, situado en la localidad de Calarcá (centro) y que ya elabora 32 productos fitoterapéuticos y suplementos dietarios, se alió con la Universidad del Quindío para emprender el estudio apoyado por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias).
Aral Thel hizo el hallazgo como parte de las investigaciones que realiza desde hace 25 años sobre las especies nativas, a partir de las cuales ha desarrollado medicamentos naturales a base de plantas, frutas y verduras colombianas.
"Inicialmente encontramos que la planta tiene una acción importante para combatir la hipertensión y puede incluso superar la acción de uno de los medicamentos más empleados para tratar esa patología", dijo la directora ejecutiva de Aral Thel, Lucena Bustamante.
La empresa no divulgará el nombre de la planta hasta no concluir la investigación para preservar el secreto industrial.
La investigación, que significaría una nueva alternativa para tratar una enfermedad que se cobra anualmente la vida de 9,3 millones de personas en el mundo, entró en una segunda fase para analizar la toxicidad de la especie.
"Si la investigación arroja que la planta no es tóxica podemos proponer su inclusión en el vademécum colombiano y avanzar en la obtención del primer extracto natural contra la hipertensión", aseguró Bustamante.
Aral Thel ha logrado elaborar extractos, jaleas y jarabes para tratar lupus, psoriasis, migraña, fibromialgia, artrosis, cardiopatías, artritis, psicosis, enfermedades autoinmunes y afecciones pulmonares, renales y circulatorias, entre otras.
De prosperar la investigación se demostraría, según Bustamante, que "sí es posible la unión exitosa entre empresa y universidad para aprovechar la riqueza de flora que tenemos en Colombia y en la cual con toda seguridad hay cualquier cantidad de elementos curativos que se desconocen".
Aral Thel, que se convirtió en 2009 en el segundo laboratorio de medicina fitoterapéutica certificado por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), comercializa actualmente sus productos en todo el país y cerró el año pasado con una facturación de 585.000 dólares.
Colaboración EFE
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