"Sin procesamiento de información para transformarla en conocimiento, no hay productividad en el mundo actual, no hay competitividad en la economía", afirmó Castells en una exposición sobre "Modelos de innovación tecnológica en la era de la información" y sus implicaciones para América Latina.
Castells definió que "para eso hacen falta tecnologías de la información y capacidad de utilizarlas, por lo tanto: educación, recursos humanos, flexibilidad institucional y difusión de Internet y computadoras para que las personas tengan capacidad de adaptar las tecnologías a sus necesidades".
Para el sociólogo, director del Instituto Interdisciplinario de Internet en la Universidad Abierta de Catalunya y autor de la trilogía "La era de la información", la clave es "cómo se articula en la estructura productiva" y reivindicó "la innovación tecnológica y organizativa que se ha producido en Argentina y Brasil en el sector agropecuario".
"Demuestra que la cuestión no es sólo la alta tecnología, sino la alta tecnologización de cualquier sector productivo, además de seguir la evolución de los mercados mundiales en una economía globalizada y prestar atención a las transformaciones culturales del público, como la idea de 'comercio justo'", argumentó.
Precisó que "las universidades son esenciales, tanto para la formación de recursos humanos como la investigación, sin embargo tenemos el problema del corporativismo de los profesores que aún piensan que las universidades son para ellos, tal vez para los estudiantes y no mucho, y para la sociedad... nada".
Castells consideró que "en sociedades de recursos escasos, hay que concentrarlos en sectores estratégicos con algunos centros de excelencia articulados a otros en una red, que se articule a redes mundiales de excelencia".
"El emprendedor es un mecanismo esencial, el que hace la difusión entre los centros de acumulación de conocimiento y los centros de aplicación de la sociedad, teniendo en cuenta de que el emprendedor medio en Silicon Valey fracasa siete veces antes de lograr el éxito a través de corregir el proyecto", sostuvo el especialista.
El modelo de Castells se complementa con "el recurso más escaso en el sistema público en general en todo el mundo: honestidad y capacidad ética de responder a la esperanza ciudadana en la revolución científico tecnológica como bien social, que requiere de una administración impecable".
Consultado por Télam acerca de lo que supone no tener una fuente inagotable de recursos como la que invierte el Pentágono en ciencia básica, y en cambio destinar presupuestos en países con producto bruto interno limitado o en naciones en crisis, Castells opinó que "cuanto menos recursos hay, más hay que concentrarlos en la investigación".
"Lo que está haciendo Europa es lo más estúpido del mundo, al cortar los presupuestos para la investigación y la innovación porque hay crisis económica, o sea que así nunca saldrán de la crisis", criticó.
Argentina "es uno de los países más innovadores y hay un proyecto que ya dura al menos una década con un papel estratégico que genera transmisión desde la administración pública al mundo académico de proyectos empresariales integrados al sector productivo como el agropecuario, químico y de otras áreas clave", concluyó.
El seminario internacional "Diálogo sobre el nuevo contexto para las políticas de ciencia, tecnología e innovación" fue inaugurado ayer por el ministro Lino Barañao y es organizado por el Centro Interdiscipliario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación, de la Secretaría de Planeamiento y Política. (Télam)
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