RADIOTERAPIA
Esta radioterapia externa reduce al 10 por ciento la dosis al tejido sano. Tamaño del tumor y proximidad a órganos vitales marcan su elección.
Covadonga Díaz
La arcoterapia volumétrica modulada (VMAT) permite incrementar la dosis de radiación sobre el tumor, reduciendo a sólo un 10 por ciento la carga sobre los tejidos adyacentes, consolidándose como una alternativa terapéutica de intención curativa para casos en los que hasta ahora sólo podían plantearse opciones paliativas.
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha incorporado esta técnica en la intervención de un paciente con un tumor de hipofaringe, recidivante, que ya había sido operado en dos ocasiones y que no podía ser sometido de nuevo a radioterapia convencional debido a la dosis acumulada de radiación ya recibida y que había dañado sus vasos sanguíneos. Presentaba focos tumorales en un la zona faríngea en un área de 12x5 centímetros, que con esta técnica ha podido ser barrida en su totalidad.
La terapia dio resultados positivos, según ha indicado Luis Olay, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del HUCA, quien ha explicado que la arcoterapia volumétrica modulada es una modalidad de radioterapia externa adaptativa que permite que el acelerador lineal, mediante un complejo sistema de cálculo, sea capaz de modificar la radiación en la zona de tratamiento. "Además, con el giro continuo del equipo, se puede elegir la forma óptima de administración, modificando la posición de las láminas del acelerador, para amoldarlas a la forma del tumor".
'Gold standard'
La arcoterapia volumétrica modulada es un tratamiento indicado en función del tamaño del tumor, de la posición y de la proximidad a órganos vitales. "Con ella conseguimos el gold standard de máxima dosis en el tumor y mínima dosis en el tejido sano".
Así, la dosis de radiación en los tejidos sanos se reduce hasta situarla en torno al 10 por ciento de lo aplicado en la zona tumoral, mientras que con la terapia convencional "puede situarse entre el 30 y el 50 por ciento, con lo que la tolerancia es mucho mejor y los efectos secundarios sustancialmente menores".
"Estimamos que en torno al 90 por ciento de los pacientes pueden llegar a beneficiarse de esta terapia", tanto en aquellos con tumor de cabeza y cuello, como pulmón, esófago, estómago, páncreas, recto y próstata, además de los tumores ginecológicos.
"Con la arcoterapia volumétrica modulada podemos abordar, por ejemplo, tumores de rinofaringe, cercanos a estructuras delicadas, como pares craneales, arterias y venas y nervio óptico", ha señalado Olay.
Con esta técnica se reduce también el tiempo global de exposición en máquina. "En el búnker el paciente está entre diez y doce minutos, pero el tiempo de radiación no llega a tres minutos, con lo que se reduce el riesgo de que se mueva".
Para que esta terapia sea posible es necesaria la implicación de un equipo multidisciplinar con especialistas en medicina nuclear, oncología radioterápica y radiofísica. (Diario Médico)
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