Estoy cansado del odio, es un odio animal, irracional, injustificado, violento, racial y suicida.
Creo firmemente en la inteligencia de nuestros amigos lectores como para que no haga falta explicar el simple enunciado de las principales motivaciones que impulsan a los -frustrados cada día más- cacerolos.
Su impudicia en el insulto chabacano y torpe los clasifica en su verdadera impronta humana están fuera de órbita social y7o comunitaria.
Medio encogidos de tanto mirarse el ombligo, cargados de espaladas de tanto cargar desprecio, rencor y mugrosos pensamientos por los "otros". Desencajados por la impotencia de sentirse vacuos (aunque fuera subconcientemente) de ideas, lejos del poder, lejos de las mayorías, lejos de todo lo que nos conforma en integrantes de una comunidad organizada, solidaria y respetuosa de los derechos de todos.
No creen en la democracia, no creen en los derechos de las mayorías, su impronta oligárquica tiene el mal olor de lo vetusto cuasi podrido que llevan por dentro.
Lo más grave y triste es que tiene una ignorancia supina o en todo caso malal leche, para hablar clasificando al gobierno de los argentinos como dictadura haciendo verso diríamos son unos caraduras con alma de piedra.
Y lo preocupante es el mal llamado "sexo débil" exaltadas babeantes, portadora de gritos e insultos de toda laya, degradándose infinitamente en su condición de cuasi rabiosos, irrefrenables y alienados transeúntes de su triste condición. Simple chatarra que nos ilumina el camino en como ser mejores cada día, ergo: nuestro comportamiento desde cualquier ideología o sentimiento debe ser ancestralmente opuesto, bien lejanos de estos estertores infrahumanos colmados de hiel.
Nuestras sonrisa y la luz que proviene de la alegría de avanzar en comunidad de ideales será el mejor antídoto ante tanta rabiosa suciedad.
Veamos algunos conceptos de amigos que informan el real estado de ánimo que impera por estos pagos. EP
Las nuevas encuestas indican que el Frente para la Victoria tiene un 35 por ciento de intención de voto, y a menos de un año para las elecciones, el programa de la TV Pública te muestra cómo reaccionan la oposición y los medios hegemónicos al respecto.
A menos de un año para las elecciones presidenciales, el nerviosismo opositor sigue en ascenso frente a nuevas encuestas que reflejan el alto nivel de aprobación que posee el kirchnerismo. Las mismas explican las reacciones y el odio que emanan estos sectores hacia el Gobierno.
Una encuesta difundida por el diario Página 12 muestra que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner posee 49 por ciento de aprobación, mientras que el Frente para la Victoria posee un 35 por ciento de intención de voto.
Frente a estos números, los ataques, sin ningún tipo de argumento, comenzaron por los medios hegemónicos, donde por ejemplo, Jorge Lanata, disparó contra el ministro de Economía, Axel Kicillof, al tiempo que Mirtha Legrand hizo lo propio con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
El empleado del Grupo Clarín comparó la gestión de la cartera económica con un maxikiosco, y consideró que si Kicillof trabajara en este comercio hubiera sido despido, y hasta “le hubieran pegado un tiro”. En el mismo carril, la diva de los almuerzos confesó que no soporta a Capitanich porque no le gusta su forma de hablar.
Este escenario, sumado a la incertidumbre que genera la falta de propuesta por parte de la oposición, dan lugar al incremento del odio, como se confirmó en la escasa convocatoria del cacerolazo del jueves pasado, esa que ni siquiera quisieron levantar los mismos medios que la auspiciaron, para no quedar pegados al fracaso
Según afirmó una cacerolera, las marchas opositoras son “pacíficas”, aunque en las imágenes del informe de 678 se observa cómo los manifestantes atacaron al equipo de Duro de Domar, y se la pasaron insultando a los trabajadores, a la Presidenta y a quien se les cruzara, criticando de forma injustificada y sin argumentos sólidos.
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