Decir no a esta policía es no mentirle a la gente; La Policía como parte del problema o de la solución es abordar únicamente la etapa final en una sociedad sin perspectiva de futuro. Tomar una decisión al calor de una demanda, justa pero sin abordar las problemáticas que generan violencia, es poner una curita en una operación a corazón abierto
Desde hace varios años se expande una legítima preocupación social por la violencia y el delito que generan miedo y angustia en la sociedad ante la posibilidad de sufrir robos, homicidios u otro tipo de delitos violentos. Esto conforma una sólida demanda por mayor seguridad que se ubica al tope de la agenda pública generando grandes tensiones en la comunidad. De cualquier modo, está claro que la situación requiere atención urgente. La incapacidad del Gobernador Daniel Scioli para encontrar acuerdos legislativos mínimos generó una mala copia de una policía de proximidad. Así se llega a que esta supuesta descentralización sea parcial, incompleta e insuficiente.
Por un lado, la participación del intendente en la designación del jefe de policía local y del coordinador operativo es acotada. De esta manera el intendente elabora un programa operativo que llevan adelante funcionarios a los que no designa ni remueve en forma independiente y quienes no le responden en forma directa por tener una autoridad jerárquica diferente.
En otro sentido, en el reclutamiento y formación de los efectivos no se regulan los contenidos y recursos para una adecuada formación y se limita el tiempo de formación a tan sólo 6 meses (con la práctica académica incluida) arrojando a la calle pibes que a la primera situación de conflicto van a ser los primeros muertos en hechos de violencia. Este es otro aspecto que no se le cuenta a la gente: quienes formen parte de estas policías van a ser nuestros vecinos, con la complicidad que eso implica a la hora de “hacer la vista gorda en una cuadra” o a ser sometidos a “aprietes” avisándoles que “sabemos donde vive tu familia”.
Asimismo, no existen garantías de que el Personal Policial formado para Morón no sea transferido a otro destino en el futuro ya que el art. 15 de la Res. 835/14 (que es el que crea estas policias locales) abre esta posibilidad ante “causas excepcionales”.
Otro aspecto es el presupuesto. Todo el costo del proceso queda a cargo de la Provincia y no se transfiere ningún tipo de recursos al Municipio. Al calor del los vaivenes políticos, un día no muy lejano, la provincia dejará de transferir esos recursos y el vecino tendrá que desembolsar de su bolsillo otro impuesto para seguridad, como ya ocurre en Vicente López. Esto, con el tiempo, va a llevarnos a tener policías ricas y policías pobres dependiendo de cada municipio; implantando mas desigualdad en la sociedad.
El mismo Partido que Gobierna la Provincia de Buenos Aires hace 27 años, ensaya otro intento de la demagogia punitiva por aparecer en actividad en la lucha contra la inseguridad esquivando una real reforma policial integral, eficiente y profunda que compromete sus intereses y acuerdos secretos.
En efecto, ante la imposibilidad de dar respuestas a los bonaerenses y sus demandas de mayor protección y reducción de la violencia, se recae nuevamente en golpes de efectos y estrategias de comunicación que promueven un solo objetivo: mostrar dentro de 6 meses en fechas previas a la campaña electoral, una gran foto frente a una larga fila de nuevos policías con una escasa formación y entrenamiento. Lamentablemente, tenemos claro que esto no será la solución.
Finalmente el partido Socialista demanda la pronta puesta en marcha de la Policía Judicial que no está reglamentada, lo cual ilustra falta de voluntad para encarar reformas que se proclaman como urgentes, la reforma integral de la Policía y del Servicio Penitenciario, la inversión en Prevención, la puesta en marcha de mecanismos de transparencia contra la corrupción, el mejoramiento del espacio público y el ataque a los mercados y organizaciones del delito.
No hay más seguridad, sin un cambio de modelo basado en principios democráticos anclados en los derechos humanos, la subordinación eficaz al poder político y al control ciudadano.
No habrá seguridad mientras no haya un proyecto de vida, cuando los hombres y mujeres puedan alimentar a sus hijos en sus casas y que la escuela sea la formadora de ciudadanos despiertos donde se aprenda el sentido de comunidad y libertad; mientras nuestros pibes sigan creyendo que el esfuerzo no sirve para tener un proyecto de vida, formar un hogar, concretar las ilusiones. Nunca “mas policía” va a ser la solución.
Tomar una decisión al calor de una demanda justa pero sin abordar las problemáticas que emergen desde las bases de la sociedad es poner una curita en una operación a corazón abierto.
FAVIO MARTINEZ – CONCEJAL Y PRESIDENTE DEL PARTIDO SOCIALISTA DE MORON - 15-5774-3285
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