El cigarrillo electrónico puede causar cambios en los pulmones a corto plazo muy parecidos a los del tabaco, según asegura el Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Tal como expone esta sociedad, cada vez hay más personas que usan el cigarrillo electrónico "como método para el abandono o sustitutorio del tabaco". Sin embargo, advierte, los profesionales sanitarios "no lo recomiendan, ni lo aprueban ante la falta de evidencias científicas que demuestren que son eficaces y seguros a largo plazo".
No en vano, arguye SEPAR, el cigarrillo electrónico "contiene sustancias idénticas a las que lleva el cigarrillo convencional", además de que sus efectos a largo plazo "son desconocidos". De cualquier forma, "posiblemente sean potencialmente adversos y merecedores de una profunda investigación".
Así lo asegura el director de este departamento de la Separ, el doctor Segismundo Solano, que añade que los sanitarios "aún desconocen todos los efectos de la inhalación de los ingredientes de estos cigarrillos". A ello hay que añadir que requieren una fuerte aspiración, por lo que los usuarios diarios "pueden realizar un promedio de 120 a 150 inhalaciones durante meses y años", manifiesta.
Perjuicios para la salud
Ahondando en las investigaciones realizadas, el neumólogo muestra datos de un estudio que evaluó el impacto del uso de este cigarillo en la función pulmonar, durante 10 minutos, en pacientes no fumadores y en fumadores sanos o con patología con obstrucción crónica de la vía aérea.
Así, se comprobó que el cigarrillo electrónico "aumentaba de forma inmediata la resistencia de la vía aérea y disminuía su poder conductor del aire a través de la misma", asegura Solano. Además, el efecto fue mayor en el grupo de no fumadores y fumadores sanos.
Por su parte, la revista especializada 'American Jornal of Preventive Medicine' ha publicado este año un trabajo realizado en Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos que determina que los jóvenes "son los que más consumen y más conocimiento tienen sobre estos nuevos dispositivos", declara.
En concreto, confirma que el 79,8 por ciento informó que utilizaba el cigarrillo electrónico porque lo consideraban menos perjudicial que los cigarrillos tradicionales. Además, el 75,4 por ciento afirmó que los utilizaba como ayuda para reducir el consumo del tabaco, mientras que el 85,1 por ciento lo hizo para abandonar el hábito.
Actualmente no existe regulación alguna para la venta de este producto en España, salvo para menores de edad. Sin embargo, en otros países, como Australia y Canadá, se ha prohibido su venta completamente. Fuente: Jano.es
miércoles, 2 de octubre de 2013
El cigarrillo electrónico provoca cambios en los pulmones muy parecidos a los del tabaco
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