DOCSALUD.COM
Muchas personas cuidan su dieta y tratan de no comer huevos para evitar el exceso de colesterol. Sin embargo, el cuerpo humano necesita un aporte balanceado de grasas, y aquellas provenientes de fuentes naturales son esenciales para el organismo. Al respecto, un estudio reciente demostró que el consumo de huevo ayuda a normalizar los lípidos en sangre en las personas afectadas de síndrome metabólico.
Este trastorno es cada más frecuente en algunas sociedades modernas. En EEUU, por ejemplo, lo padece hasta un tercio de la población. Se caracteriza por la alteración de los lípidos en sangre –con niveles altos de triglicéridos y bajos de colesterol HDL o “bueno”– y un aumento de la concentración de glucosa. Además, las personas afectadas tienen hipertensión y un tipo de obesidad que involucra la acumulación de grasa en el abdomen y el aumento de la circunferencia de la cintura. Asimismo, el síndrome metabólico predispone al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
De acuerdo a la investigación publicada en la revista Metabolism, la ingesta diaria de yema de huevo, a pesar de contener colesterol, no aumenta los niveles de lípidos en sangre. Para llegar a este resultado, los científicos compararon dos grupos de adultos con síndrome metabólico que mantenían una dieta para bajar de peso. El primer conjunto incorporó tres huevos por día, mientras que el segundo hizo una dieta libre de este alimento. Al cabo de tres meses, los pacientes de ambos grupos habían mejorado su perfil de lípidos en sangre, con un aumento de los niveles de colesterol “bueno” y una disminución de los triglicéridos. Pero el efecto fue mayor en aquellos que habían comido huevo.
Este alimento contiene gran cantidad de nutrientes, entre ellos proteínas y más de 13 vitaminas y minerales diferentes. La yema, en particular, es rica en vitaminas A y D, que se absorben mejor con las grasas. Por lo tanto, el huevo representa un excelente aporte de estos componentes. También es una pequeña fuente natural de colina, luteína y de xantinas, que protegen contra la ceguera por degeneración macular (de las células del ojo). A su vez, los alimentos con proteínas de alta calidad, como las del huevo, prolongan la sensación de saciedad, ayudando a regular la ingesta y a mantener un peso corporal normal.De esta manera, un huevo al iniciar el día en reemplazo de la clásica medialuna, resulta una opción atractiva para aquellos que necesitan bajar de peso. Un desayuno balanceado –con proteínas de alta calidad, frutas, cereales y lácteos descremados– y el ejercicio regular son una buena fórmula para mantenerse saludable.
martes, 22 de enero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario