La media sanción al proyecto para limitar las excarcelaciones en la Provincia puso aún más en evidencia el acuerdo tácito entre el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José Ottavis, y el gobernador Daniel Scioli. Un pacto secreto entre el camporista y las máximas autoridades del cuerpo orientado a garantizar la supervivencia de ambas partes con miras a las elecciones legislativas del año entrante.
Este jueves, la Cámara Baja aprobó un proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo para rechazar el beneficio de la excarcelación a quienes hayan cometido delitos con uso de arma de fuego o cuando hubiere indicios de que el imputado tratará de eludir la Justicia o entorpecer la investigación.
Los legisladores sciolistas celebraron la iniciativa, en línea con la expresión frecuente de mano dura del gobernador y su ministro de Justicia y Seguridad,Ricardo Casal. LO llamativo fue que, pese a estar conceptualmente en las antípodas del discurso garantista del kirchnerismo, el proyecto contó con los votos de todos los sectores del FpV-PJ.
Esto fue así justamente por el acuerdo de Ottavis con Scioli y Horacio González, presidente del cuerpo. Según pudo saber NOVA, el titular de la JP bonarense le mintió a sus propios compañeros de bloque y les aseguró que el acompañamiento a esa iniciativa era una “orden” de la presidenta Cristina Kirchner. El disciplinamiento, así, pudo más que el análisis de la letra chica de la normativa. Pero, en rigor de verdad, no fue así: Ottavis respondió por las suyas a un pedido del sciolismo.
De hecho, el vicepresidente de la Cámara Baja evitó pagar el costo político de acompañar la medida. En el momento de la votación, pudo verse que la computadora de su banca estaba apagada. Pese a que le había dado “libertad de acción” a algunos integrantes del bloque oficialista, nadie quiso desafiar el supuesto “mandato” de Olivos y la mayoría decidió acompañar el proyecto de Scioli.
Ottavis aprovechó de ese modo el trato directo que tiene con Cristina -que pocos en el universo K pueden exhibir- y engañó a sus “compañeros”. Atendió su propio juego en virtud del acuerdo secreto que tejió con el sciolismo. Pero la movida no le resultó gratuita: en el kirchnerismo descubrieron sus propósitos y por eso, ahora, se propusieron arrebatarle el cargo de vicepresidente.
José Ottavis llegó ese puesto en virtud de la negociación -vista por algunos como una simple imposición- entre Balcarce 50 y calle 6 del año pasado, a través de la cual González permanecía en el sillón principal pero Ottavis y el boudouista Juan De Jesús se quedaban con la vicepresidencia -clave por la firma que se necesita para los proyectos- y la titularidad del bloque oficialista respectivamente.
Ahora, según revelaron a este portal fuentes del kirchnerismo bonaerense, Ottavis estaría “tambaleando” en su puesto. “El año que viene van por él”, se entusiasman.
El ex radical de San Isidro no gana para disgustos. De acuerdo a lo que pudo reconstruir NOVA, él y su novia, la diputada nacional Mayra Mendoza, pasaron un mal momento este jueves Quilmes, el distrito de la joven radical reconvertida al camporismo, porque un parroquiano que los conoce los corrió de un bar céntrico. Parece que los muchachitos son resistidos en el Conurbano, sobre todo por la identificación de Mendoza con la UCR de Quilmes. (Agencia NOVA)
De hecho, el vicepresidente de la Cámara Baja evitó pagar el costo político de acompañar la medida. En el momento de la votación, pudo verse que la computadora de su banca estaba apagada. Pese a que le había dado “libertad de acción” a algunos integrantes del bloque oficialista, nadie quiso desafiar el supuesto “mandato” de Olivos y la mayoría decidió acompañar el proyecto de Scioli.
Ottavis aprovechó de ese modo el trato directo que tiene con Cristina -que pocos en el universo K pueden exhibir- y engañó a sus “compañeros”. Atendió su propio juego en virtud del acuerdo secreto que tejió con el sciolismo. Pero la movida no le resultó gratuita: en el kirchnerismo descubrieron sus propósitos y por eso, ahora, se propusieron arrebatarle el cargo de vicepresidente.
José Ottavis llegó ese puesto en virtud de la negociación -vista por algunos como una simple imposición- entre Balcarce 50 y calle 6 del año pasado, a través de la cual González permanecía en el sillón principal pero Ottavis y el boudouista Juan De Jesús se quedaban con la vicepresidencia -clave por la firma que se necesita para los proyectos- y la titularidad del bloque oficialista respectivamente.
Ahora, según revelaron a este portal fuentes del kirchnerismo bonaerense, Ottavis estaría “tambaleando” en su puesto. “El año que viene van por él”, se entusiasman.
El ex radical de San Isidro no gana para disgustos. De acuerdo a lo que pudo reconstruir NOVA, él y su novia, la diputada nacional Mayra Mendoza, pasaron un mal momento este jueves Quilmes, el distrito de la joven radical reconvertida al camporismo, porque un parroquiano que los conoce los corrió de un bar céntrico. Parece que los muchachitos son resistidos en el Conurbano, sobre todo por la identificación de Mendoza con la UCR de Quilmes. (Agencia NOVA)
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