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| Fernando Díaz |
Por Fernando Díaz (*), NOVA.
Como resultado de mis opiniones y nota publicadas por NOVA en los últimos tiempos he recibido un reproche que considero valedero, sin tener en cuenta los comentarios ”anónimos” que, mostrandola misma confusión que esos “anónimos” tienen para conducir la s instituciones, me tildan de mujeriego y de homosexual al mismo tiempo, o de la drón multimillonario o pobre croto siempre usuario del mismo traje verde.
Sin embargo, decía, otros que son coincidentes conla descripción del desastre actual de la s instituciones de seguridad que hice en la s publicaciones, me reprochan no haber dado la suficiente importancia a la terrible situación la boral que hoy más que nunca afecta a los trabajadores del sistema carcela rio.
Nunca fue este un trabajo fácil, partiendo dela base de que se debe tratar con personas detenidas a su pesar y que, por supuesto, no se halla n a gusto donde están.
A los males que vienen desde hace muchos años, que se pueden citar sólo a manera de ejemplo, los bajos sueldos,la rgas jornadas la borales ordinarias que encima siempre se extienden, falta de rotación en la s tareas, malos hábitat de trabajo, hoy se incorpora como un ingrediente explosivo el maltrato de los jefes que me describen como generalizado, a partir de un rigorismo seudo castrense en busca de disciplina por parte de la s autoridades actuales, que lejos están de predicar con el ejemplo.
Como resultado de mis opiniones y nota publicadas por NOVA en los últimos tiempos he recibido un reproche que considero valedero, sin tener en cuenta los comentarios ”anónimos” que, mostrando
Sin embargo, decía, otros que son coincidentes con
Nunca fue este un trabajo fácil, partiendo de
A los males que vienen desde hace muchos años, que se pueden citar sólo a manera de ejemplo, los bajos sueldos,
Siempre sostuve, a partir fundamentalmente de mi experiencia de vida, pero también de mis años en la s cárceles, que el buen y el maltrato en la s rela ciones humanas son contagiosos y puede ser que por allí encontremos la explicación de por qué, en la s últimas revueltas ocurridas, los detenidos recla men como nunca antes mejor trato por parte de los guardias.
A los siempre mal pagos empleados se les exige que cada jornada entren por unas 27 horas (promedio) a trabajar dentro de una olla a presión, solos, sin medios, sin apoyo y, como si fuera poco, maltratados física y psíquicamente, debiéndose además abstraer, por su propia seguridad, de la otra realidad de submundo que se ha impla ntado en los penales al amparo de los inescrupulosos de siempre.
Hoy los empleados y los detenidos del sistema penitenciario tienen en común mucho más de lo que piensan. En su forzada convivencia, deben representar y llevar adela nte los códigos de violencia que les vienen de muy arriba, o es acaso casualidad que en los últimos años, a partir del advenimiento del ministro Ricardo Casal, los rubros gatillo fácil, apremios ilegales, maltrato físico, armado de causas, etc., hayan aumentado de la forma que lo hicieron
Decía Juan Domingo Perón repitiendo una frase ya existente que “la única verdad es la realidad”. Por muchos años esa frase me había parecido un perogrullo, hasta que aprendí que era más que eso, era un grito desesperado contra los intereses mezquinos, la s visiones sesgadas y la s mentiras procaces.
Mis descripciones dela actualidad están hechas a partir de los dichos contestes y uniformes de una muy buena cantidad de personas que hoy ingresan a la s cárceles, en su gran mayoría empleados jerárquicos y no jerárquicos que no ven la hora de irse, así como de organizaciones sin ningún fin de lucro que pretenden hacer obras solidarias.
Por esola s autoridades provinciales no deberían engañarse con la falta de críticas por parte de los grades medios periodísticos que el ministro maneja muy bien o la tranquilidad que la Comisión Provincial por la Memoria muestra a partir del “buen rapport” que dicen tener con la actual jefa del SPB.
Cuandola realidad es descripta de formas tan disímiles sólo queda el resguardo de los números, y los números dicen que hasta el año 2009 había dentro de los penales bonaerenses menos de la mitad de los asesinatos que hoy, que los incidentes dentro de los penales eran varias veces menos, que casi no se producían fugas y en ningún caso de la s características que tienen hoy, mostrando a un sistema al punto del cola pso.
A fines del 2009 se veían cada vez más detenidos con posibilidades de trabajo. Enla actualidad eso se destruyó totalmente, y unidades como la número 15 de Batán, que a partir del trabajo habían alcanzado su mejor momento, hoy son el escenario de conflictos permanentes.
Se mantienen en pie los logros en educación universitaria y terciaria (de poco más de 50 alumnos en el 2004 llegaron a casi 600 en 2009), por puro mérito de los buenos funcionarios y empleados, pero sin ningún apoyo material, que orientan para otrola do. Lo mismo ocurre con el nivel primario y secundario que en esos años nos impuso volver a habilitar espacios físicos de escuela que habían sido desactivados anteriormente.
No es importante que los funcionarios actuales -o los por venir- se preocupen y pierdan el tiempo en defenestrarme a mí o a mis dichos, porque yo ya no estoy más, ni voy a estar. Sí es importante que tomen conciencia de que no puede ser casualidad que todo esté peor. Si los cambios fueron por ideología, por intereses económicos o por cualquier otro motivo, ya no es relevante a esta altura del disla te; sólo hay que volver a virar, y que sea pronto.
A los siempre mal pagos empleados se les exige que cada jornada entren por unas 27 horas (promedio) a trabajar dentro de una ol
Hoy los empleados y los detenidos del sistema penitenciario tienen en común mucho más de lo que piensan. En su forzada convivencia, deben representar y llevar ade
Decía Juan Domingo Perón repitiendo una frase ya existente que “
Mis descripciones de
Por eso
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A fines del 2009 se veían cada vez más detenidos con posibilidades de trabajo. En
Se mantienen en pie los logros en educación universitaria y terciaria (de poco más de 50 alumnos en el 2004 llegaron a casi 600 en 2009), por puro mérito de los buenos funcionarios y empleados, pero sin ningún apoyo material, que orientan para otro
No es importante que los funcionarios actuales -o los por venir- se preocupen y pierdan el tiempo en defenestrarme a mí o a mis dichos, porque yo ya no estoy más, ni voy a estar. Sí es importante que tomen conciencia de que no puede ser casualidad que todo esté peor. Si los cambios fueron por ideología, por intereses económicos o por cualquier otro motivo, ya no es relevante a esta altura del dis

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