En este sentido, aseguró que “advertimos una situación de degradación humana que nos alarmó, sobretodo porque la Constitución argentina en su artículo 18 establece que las cárceles tienen que ser sanas y limpias para seguridad y no para castigo y el artículo 30 de la constitución de la Provincia establece que las prisiones tienen que ser para seguridad y no para mortificación de los presos y deben ser centros de trabajo y moralización y eso no ocurre en estas unidades”.
Mariotto describió la realidad que se vive en estas unidades como “alarmante” y explicó que “en una celda donde tienen que estar, según los patrones internacionales de Derechos Humanos, dos detenidos, hay 7 y hay 3 colchones. Y va un dentista una hora los días lunes para mas de 600 detenidos, por eso no tienen dientes los detenidos. Hay ciudadanos que tienen la vesícula que se les explota y no se los opera. En vez de cuatro litros de agua solo se les da uno, y ese litro está contaminada, la unidad 46 está sobre el terreno del Ceamse y todos tienen forúnculos. Ven sólo el sol, media hora por día y estan 23 horas y media hacinados en las celdas con baños que son peores que letrinas y con luces totalmente precarias con instalaciones que hacen los mismos presos. Osea que la situación es alarmante y no se cumple con el precepto constitucional”, graficó contundentemente el vicegobernador.
En este sentido, aseguró que estas visitas están enmarcadas en las políticas de seguridad abordadas desde el ejecutivo bonaerense, y señaló las reformas como la Policía Judicial y el desdoblamiento de la procuración, enviados a la legislatura por el gobernador Daniel Scioli, y advirtió que también hay que “entender que poner el foco en la realidad de las cárceles, es también incidir en las políticas de seguridad, más allá de la cuestión humanitaria. Necesitamos más cámaras de seguridad, más patrulleros, pero también necesitamos reinsertar a los ciudadnos que cometieron un delito para que cuando salgan no vuelvan a delinquir”. Y agregó: ” El sistema hoy es degradante y estamos fomentando la violencia producto de la desaprensión”.
Al ser consultado sobre la responsabilidad que le cabe al ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, Mariotto sostuvo que la responsabilidad no es de una sola persona, sino de ”un sistema perverso, una matriz perversa. Esa matriz de que cuánto peor mejor para reedeucar, hay que cambiarla”. Y prosiguió: “necesitamos cárceles que se ajusten al proyecto constitucional y que el ciudadano que egrese de ahí, lo haga absolutamente reconfortado con su dignidad humana, reinsertado en la sociedad, con la posibilidad de ejercer un oficio. Cambiar la matríz no es responsabilidad de una sola persona, es responsabilidad de toda la sociedad”, concluyó.
El viernes pasado, Mariotto, acompañado de senadores, representantes de la Comisión Provincial por la Memoria, la Justicia y organismos de Derechos Humanos, como el CELS, se presentó en las Unidades 46 y 47 de San Martín y se constataron serias irregularidades y denuncias por parte de los reclusos. Un grupo le entregó dos facas y un cuchillo al vicegobernador, denunciando que esas armas se las había facilitado personal del Servicio Penitenciario para “ajustar cuentas” con otros reclusos. Ese mismo día, en una revuelta en uno de los pabellones murió un hombre y otro resultó gravemente herido. Se sospecha que fue en represalia por las denuncias realizadas al grupo encabezado por Mariotto.
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