El relevamiento cubrió a 5.958 empleados |
El 34% de los 5.958 empleados relevados tenía un registro previsional irregular.
En algunas localidades las irregularidades afectaban al 50% del personal. En otras, alcanzaban al 40% de los trabajadores.
El operativo se diseñó utilizando el Indicador Mínimo de Trabajadores (IMT)
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) tras relevar a 5.958 trabajadores, detectó que el 34% - 2.040 empleados - presentaban irregularidades laborales, durante un importante operativo de control de personal realizado en 600 restaurantes de 21 barrios de Capital Federal y varias localidades del Gran Buenos Aires.
Cabe destacar que el 90% de los negocios fueron visitados en dos oportunidades: una primera vez en la noche y una segunda durante el mediodía.
En algunas localidades, como Lanús, Morón, Adrogué, Monte Grande, Vicente López y San Martín, y en los barrios porteños de La Boca y Villa del Parque, las irregularidades en la registración de los trabajadores superaron el 40%.
Las acciones de los agentes de la AFIP se llevaron a cabo durante los horarios de mayor actividad comercial y se inspeccionaron establecimientos ubicados en las localidades bonaerenses de Adrogué, Lomas de Zamora, Lanús, Morón, Ramos Mejía, Parque Leloir, Martínez, Olivos, San Isidro, Quilmes, San Martín y Vicente López y en los barrios porteños de Devoto, Villa del Parque, Belgrano, Nuñez, Caballito, Flores, Barracas y la Boca.
El IMT, herramienta estratégica de fiscalización
Una de las herramientas que utiliza AFIP en estas inspecciones a los fines de la detección de empleo no registrado, consiste en la aplicación del Indicador Mínimo de Trabajadores (IMT) correspondiente a la actividad bajo inspección.
Los IMT han sido elaborados por AFIP mediante múltiples investigaciones y consultas llevadas a cabo con los representantes de los distintos sectores involucrados, y permiten establecer cuál es la cantidad mínima de trabajadores requeridos por cada unidad de obra o servicio de que se trate, según la actividad, de acuerdo a un período determinado.
Por tratarse de una herramienta estratégica de fiscalización, su empleo se realiza ante situaciones especiales en las que, frente a la falta de correspondencia entre la magnitud de la explotación económica debidamente acreditada por el Organismo y la cantidad de trabajadores declarados, y tras haber agotado la inspección las acciones posibles para la obtención de información, el titular de aquella no justifica la diferencia detectada.
De esta manera se cuenta hoy con una nueva herramienta que, al utilizarse ante las señaladas circunstancias, permite redoblar el combate al flagelo del empleo no registrado, generando inclusión social, desalentando la competencia desleal que indudablemente afecta el desarrollo sustentable del sector.
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