La provincia de Buenos Aires cuenta con 57 centros de atención gratuita para los fumadores que buscan dejar esa adicción, y el 80 por ciento de ellos se acerca porque manifiesta alguna enfermedad relacionada con el consumo de cigarrillos.
El funcionario agregó que de acuerdo a un sondeo en esos consultorios, un 80 por ciento de los que consultan “ya perciben algún síntoma derivado del consumo de tabaco o directamente ya sufren alguna enfermedad relacionada con el cigarrillo”.
Los especialistas del ministerio enfatizaron que más del 70 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea son atribuibles al consumo de tabaco y, según datos de la OMS, la mitad de los más de 1.000 millones de fumadores morirán en forma prematura por una enfermedad relacionada con el tabaco.
Los consultorios de cesación tabáquica de la Provincia cuentan con equipos interdisciplinarios conformados por clínicos, neumonólogos, psiquiatras y psicólogos, quienes asisten a los pacientes en forma individual y grupal.
“Se trata de una adicción muy difícil de abordar porque es a la vez física, psicológica y social y hay que luchar con las tres”, explicó Salvador Pace, referente del consultorio de cesación tabáquica del hospital provincial Cetrángolo de Vicente López por donde ya pasaron más de mil fumadores.
El experto agregó que a los pacientes, “les decimos que están encadenados, que de alguna forma son esclavos de una sustancia, de un estilo de vida y que romper esa cadena o atadura no es fácil pero que se puede”.
En consultorios como el del Cetrángolo cada paciente se cita en principio para una entrevista personal, se realiza una historia clínica completa (orientada al tabaquismo), que incluye distintos test para evaluar la motivación, el grado de dependencia y si es o no propenso a sufrir depresión.
Por otra parte, se realizan ejercicios motivacionales y se consignan otros datos de interés para adecuar el tratamiento a cada individuo y se les entrega información escrita con consejos y estrategias a adoptar en el curso de la cesación.
“Las claves del éxito están dadas fundamentalmente por la motivación del fumador para dejar de fumar, controlar el síndrome de abstinencia y, claramente, el contacto intensivo con el paciente por parte del equipo interdisciplinario a lo largo de, por lo menos, 3 meses”, afirmó Pace.
En la fase grupal de los tratamientos se realizan reuniones semanales y, aquellos fumadores que requieren medicación adicional deberán controlar la evolución con el médico cada quince días o en cualquier momento si hay alguna necesidad específica.
El especialista recomendó a los fumadores que estén pensando en dejar de fumar “que no dejen de pensarlo, que se transforme ese pensamiento en una sana pesadilla, que se motiven al máximo, que piensen que lo pueden hacer, que muchos lo han logrado y que pidan ayuda si ven dificultades en el camino de dejar”. Impulso Baires
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