La auditoría que encaró el gobierno municipal de Lomas de Zamora en respuesta a la denuncia que habían realizado algunos concejales que daban cuenta de más de 7 toneladas de medicamentos vencidos y tirados a la basura, según los funcionarios, “sólo fueron 3,5 toneladas”. ¿Acaso es una broma de mal gusto?(U24). El concejal del ARI, Rosendo Pedernera, sostruvo que “la auditoría es apenas un informe”, y criticó duramente al concejal Hernán Tapari, integrante de la bancada de Unión Celeste y Blanco, y quien responde de manera directa al diputado nacional Gustavo Ferri (yerno de Eduardo Duhalde), porque cuando estaba por ingresar a la Comisión de Salud que planeaba analizar el pedido de interpelación, y notó que su presencia generaba el quórum suficiente, se alejó del lugar, hecho que benefició al oficialismo.
Para Pedernere, “cuando se empiezan a agotar las instancias en el Concejo Deliberante no queda más que hacer la denuncia en sede judicial”.
El edil dirigió sus críticas también hacia el ex Secretario de salud, Roberto Panno, por ser quien estaba a cargo del área cuando se produjo el descarte de los medicamentos vencidos, provenientes del Plan Remediar.
Cabe recordar que esta situación se dio durante la gestión de Jorge Rossi, quien poco tiempo después –y por otros motivos- renunció a la Intendencia, ocupando su lugar Martín Insaurralde, quien más allá de ser el primer concejal en la lista, ocupó la Secretaría de Gobierno durante la administración de Rossi.
Este hecho es el que lleva a los concejales de la oposición a señalar también a la actual gestión, más aún cuando el propio Panno sostuvo en declaraciones periodísticas que “Insaurralde estaba al tanto” del descarte de medicamentos vencidos.
Paralelamente al avance de una auditoría “encargada” por el actual Jefe comunal, la Comisión de Salud del concejo deliberante analizaba la posibilidad de llegar a una interpelación, algo que se hubiera concretado si el edil de Unión Pro no hubiera cambiado de opinión cuando estaba ingresando al lugar.
Para el concejal del ARI, la respuesta del oficialismo “no es una auditoría, es apenas un informe preliminar de 7 carillas, después de un mes y medio de transcurridas las declaraciones de Palacios (el actual titular del área de Salud) ante la comisión de Salud”.
Según Pedernera, “el informe consiste en una descripción del funcionamiento del plan remediar, con una explicación muy general respecto de los puntos por los cuales a veces se desechan medicamentos. Por ejemplo, que no están en buen estado, envoltorios rotos, cambio de color por exposición a la luz. No tiene información específica respecto de las preguntas que nosotros queremos hacer sobre de las declaraciones de Palacios”.
“En la comisión de Salud, Palacios dijo que el año anterior se habían arrojado 8 toneladas de medicamentos a la basura, al Ceamse. Entonces lo que habría que rastrear es todo procedimiento que hayan hecho la Secretaría de Salud, las unidades sanitarias, todo tipo de contratación y la disposición final de los medicamentos. Eso es lo que habría que investigar y eso es lo que falta”, cuestionó el edil.
Por su parte, el titular del bloque del Frente para la Victoria en el Concejo Deliberante, Alfredo Fernández, se mostró conforme con el informe y aseguró que “la cantidad desechada no es desmesurada”.
“Hay un Departamento Ejecutivo que no oculta nada sino que, al contrario, abrió una investigación intensiva. Incluso los funcionarios fueron claros, si hay alguna responsabilidad de cualquier naturaleza de la gestión anterior, desde el rango de secretario hasta algún funcionario de carrera, cada uno se hará cargó aún si hubiera algún tipo de responsabilidad penal, algo que no se avizora a simple vista”, aseguró el edil al portal Inforegión.
Según la auditoría, fueron 3,5 las toneladas que fueron retiradas en la primera quincena de diciembre del año pasado de un depósito municipal ubicado sobre la calle Molina Arrotea y que fueron tratadas en una planta de Lanús. Viñuales aclaró que los medicamentos vienen acopiándose desde 2002, y que la cifra “es normal en el marco de un plan que viene manejando 300 toneladas”.
Sin embargo, admitió que “hay algunas cuestiones pendientes en el ámbito administrativo que pasan por cómo se contrató a la empresa que hizo la disposición final, cómo se confeccionaron los formularios en cada unidad sanitaria y cómo se llevó el raconto de la mercadería”.
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