Jaime Oliver, uno de los cocineros más influyentes del Reino Unido, había demostrado en su programa de televisión Jamie Oliver's Food Revolution, emitido entre 2010 y 2011 por la cadena norteamericana ABC, que la empresa utilizaba en Estados Unidos un sistema mediante el cual las hamburguesas eran lavadas con hidróxido de amonio, una solución de amoníaco en agua utilizada en el rubro metalúrgico para disolver metales reactivos como el aluminio y el zinc.
El lavado con amoníaco acuoso ataca a los microbios que existen en partes de la res que no son aptas para el consumo humano, con la finalidad de hacer “comestibles” algunos componentes de la hamburguesa que no lo serían de no pasar por este proceso.
“Ya esa carne no era apta para consumo humano. Estamos hablando de carnes que hubieran sido vendidas como alimento para perros y después de este proceso se les sirve a seres humanos. Aparte de la calidad de la carne, el hidróxido de amonio es dañino para la salud”, señaló el chef, que había ganado una batalla contra la multinacional en Estados Unidos en 2012.
Tras perder la batalla legal, McDonald's anunció que la receta sería modificada en los países donde el sistema era cuestionado. Sin embargo, el vocero de la multinacional, Todd Bacon, negó en su momento que esta resolución haya sido en respuesta a la iniciativa del chef.
Otras cadenas de comida rápida de Estados Unidos, como Burger King y Taco Bell, abandonaron también el uso de amonio en sus productos tras dicha decisión judicial.
Oliver es conocido por ser un activista que ha asumido la guerra contra la industria de los alimentos. Recientemente ha acuñado también la causa contra los alimentos procesados en las escuelas de su Inglaterra natal. Foto: Twitter de Jamie Oliver
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